“Turisteando”
por la bella Ciudad de México y gozando del excelente transporte público del
que goza en paseo de la Reforma, reflexionaba que hace ya un buen tiempo, los
camiones en sus pasamanos portan unos “sujetadores”, curiosos e interesantes
porque son susceptibles de publicidad. Son los siguientes:
Prácticamente
son casi ya 2 años que llevan ahí y jamás he visto una sola publicidad, alguien
que levante la mano para anunciarse allí. Son interesantes porque a pesar de
todo, no hay forma de escaparse a semejante anuncio, mucho menos para los que
viajan de pie, o cuando te levantas para abandonar el camión lo primero que
haces es sujetarte y éstos están puestos primero que nadie (si eres chaparrito
más a favor).
Están
en todos los camiones. Preguntaba a uno de los choferes y aproximadamente son 2
mil personas que suben a diario en cada uno de ellos, multiplicado por el
número de unidades de transporte, el número es bastante bueno ¿no creen? Pero,
¿Por qué nadie se anuncia?
Tenía
en mente fundamentos de marketing que podrían resolver la pregunta. Sin
embargo, en el proceso de investigación, hallé la que podría ser la razón más
lógica y obvia que jamás nadie pudiese encontrar: Al momento de llamar a
cuestionar los detalles de publicación te topas con una barrera tecnológica que
dice:
Lo sentimos, el número ochocientos que usted
marcó, no permite recibir llamadas desde la ciudad donde usted se encuentra,
pi-pi-pi-pi-pi… ¬¬
¿Entonces
de qué se trata? ¿Solicitan anunciantes en el DF pero no te puedes comunicar?
Este
es uno de los principales factores por los que las empresas pierden muchos
clientes. Sus procesos de comunicación son fallidos. ¿Cómo es posible que no te
puedas comunicar al número que te brindan para anunciarse? Por eso no venden.
Por eso, nunca he visto un anuncio.
Espera el próximo martes algunas recomendaciones al respecto, que te aseguro, te servirán de mucho.
Un saludo amigos :)